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viernes, 28 de agosto de 2015

Entrevista a Brayams Viveros, el guerrero que renació en Quillota

El mejor jugador de San Luis en Primera nos cuenta su historia íntima, y habla sobre lo difícil que le fue jugar en el profesionalismo.



La historia de Brayams Viveros en el fútbol siempre tuvo que ver con San Luis. A pesar de vivir su infancia en el sector Chorrillos de Viña del Mar, su primer club fue el René Quitral, equipo de barrio cuyo nombre homenajea al mítico arquero del Santo.

Luego de llegar con 18 años a Wanderers, a Brayams lo enviaron a Municipal Limache. Pensaba que se acababa el sueño, pero renació, y de color amarillo.

Ésta es la historia del Ninja Canario, y de cómo se ganó el corazón de la hinchada.

Queremos conocer la vida de Brayams, del "Cabecita", hablemos de tu infancia cómo la recuerdas ¿Siempre jugando fútbol? ¿De donde viene el apodo del “Cabecita”?

Bueno el apodo de cabecita  “Cabecita” yo creo que todos se dan cuenta de que soy un poquito cabezon (risas), lo tomo con mucho humor ya que la gente que me dice así es muy cercana a mi y por lo tanto creo que lo dicen con bastante cariño, mi familia partió con ese apodo y allá en mi sector (Chorrillos) todos me conocen así. Desde que tengo uso de razón siempre me ha gustado la pelota y nunca me separé de ella allá en René Quitral, mi club de barrio.

¿Cómo fueron tus inicios en el fútbol? ¿Pasaste por muchos puestos antes de convertirte en defensor?

Llegué un poco tarde al fútbol profesional porque antes no veía al fútbol como una profesión, jugaba solo en el barrio para divertirme, llegué con 18 años a Wanderers y desde ahí me formé siempre como defensor.

Háblanos de tu periodo en Santiago Wanderers ¿Fue difícil lidiar con las ansias de debutar y no poder hacerlo?

Sí, fue bastante difícil, ya que en ese momento estábamos peleando el descenso y bajo ese escenario son muy pocas las opciones que hay de poner a un juvenil, los riesgos que hay de que les resulte o no, el primer año fui varias veces citado y no jugué. Ivo Basay fue quien a la semana de asumir como técnico me sube al primer equipo y gracias a su exigencia firmé mi primer contrato como profesional, con él jugué muchos partidos en Primera y estoy muy agradecido de su llegada ya que apostó por mí, cuando muchos otros técnicos me tuvieron en su plantel pero ninguno se había arriesgado a tirarme a la cancha.


Luego de no ser considerado en el Puerto tomaste tus maletas y llegaste a Limache ¿El cambio te hizo pensar en dejar la actividad?

Yo conversé con Jorge Lafrentz (Presidente Santiago Wanderers) y él me aseguró que yo iba a volver, uno se va a tercera finiquitado pero me dijo “quédate tranquilo que vas a volver” y yo me confié de eso. También lo hablé con mi señora y le dije que era una situación difícil porque uno no sabe a lo que va, es retroceder mucho en el mundo del fútbol. Un amigo, Ezequiel Luna (Defensa de Wanderers), me dijo que lo que necesitaba era jugar y que a veces hay que retroceder un paso para dar dos. Siempre tuve el apoyo de mi señora y mi familia, en ningún momento se me pasó por la cabeza dejar el fútbol. Es lo que amo, mi pasión y aunque fue duro nunca dudé en seguir.


¿A qué te dedicarías si no estuvieses jugando fútbol?

Yo creo que sería negociante, cuando estaba en Limache la plata no me alcanzaba para costearme los pasajes, los gastos de mi hijo recién nacido y ayudar en la casa, entonces me puse a hacer y vender alfajores en el Metro desde Chorrillos a Quilpué, ahí esperaba que no entraran los guardias y seguía hasta estación Limache vendiendo. Es algo que no me avergüenza contar, porque me ayudo bastante ya que necesitaba mucha plata por el tema del nacimiento de mi hijo. Como papá uno nunca quiere que le falte nada, igual a mi mamá, que en ese tiempo estaba sin trabajo y tenía que salir adelante junto a mis dos hermanos. Me siento orgulloso de haber hecho eso, y yo creo que si no fuera fútbol, me gustaría tener una empresa chiquitita.

Sabemos que fuiste padre muy joven ¿Qué cambió en ti con la llegada de tu hijo?

La llegada de mi hijo creo que fue lo que me motivó aún más a seguir luchando, porque él llegó en un momento difícil cuándo estaba jugando en Limache, fue un proceso muy difícil y más aún siendo joven y mi señora dos años menor que yo, el tema con sus padres fue difícil como para todos los que son padres jóvenes ya que su familia tenía otros planes para ella y también me hicieron saber eso. Yo siempre dije que a mi hijo no iba a faltarle nada y gracias a él no deje la pelota, ahora ya tiene dos añitos y anda para todos lados con su camiseta del “agüish” como le dice él, va al estadio y canta todo el día el S A, parece que tengo canario más ahí en la casa

¿Cómo se gestó tu llegada a San Luis?

Mauricio Riffo era mi técnico allá en Limache y es muy amigo de César Villegas, recuerdo que me dijo “yo te voy a hacer hablar con un dirigente de San Luis”. Vine un día al estadio y él  estaba con César y le dice. “Este es mejor que todos los centrales que tienes en la plantilla”, Villegas le preguntó si era en serio y él lo confirmó. Gracias a Mauricio Riffo estoy aquí y gracias a él también comencé a armar mi carrera otra vez e integrarme aquí.

¿Qué te llamó la atención cuando llegaste?

La juventud del grupo, yo venía de Wanderers dónde había mucha gente de experiencia y renombre, y acá me encontré con gente de mi edad que jugaba con muchas ganas y mucha alegría, eso me gustó.

¿Qué sentiste al convertir tu primer gol como profesional vistiendo la camiseta del Canario?

Es una alegría y emoción muy grande, también da risa porque uno como defensor no está acostumbrado y no sabe para dónde salir gritando (risas). Estaba mi polola y mi hijo en el estadio y lo primero que recordé fue a ellos, lo celebré con ellos y con mucha emoción, ya que no tengo la oportunidad de hacer 4 o 5 goles por campeonato. Como dicen los delanteros, es inexplicable.

¿Qué te ha parecido el trabajo de Sciacqua en estos meses que lleva a cargo de San Luis? ¿Se parece a lo hecho por algún otro técnico que hayas tenido?

Por el tema de la intensidad y el trabajo físico que quiere mostrar en la cancha se parece mucho a Basay, a quien también le gusta la presión alta y el duelo. Si bien son muy distintos en su modo de pensar, me gusta mucho el trabajo de ambos técnicos. Ahora no nos han acompañado los resultados, pero creo que si seguimos trabajando así como el nos dice, y nosotros convencidos de lo que él piensa, vamos a lograr cosas importantes. Acuérdate de mí que vamos a terminar peleando entre los cuatro primeros.

En tres partidos te han escogido como la figura de la cancha y, más allá de eso, los hinchas y los medios te destacan como uno de los puntos altos en lo que va de la campaña. ¿Cómo te tomas los elogios del hincha y de la prensa?  ¿Vas a poner una constructora con tanta herramienta que te han regalado?

Muy agradecido del apoyo de la gente, a veces he estado muerto en la cancha sin poder más y la gente me levanta, me grita. Si quito una pelota me aplauden, y eso te da un golpe de energía enorme, que te sirve para correr esos últimos diez metros o cinco, y llegar a linea de fondo. Eso se agradece, porque a mí me sirve bastante ya que a veces he terminado corriendo por su aliento mas que por mis capacidades físicas.

No siempre has sido indiscutido, y varias veces has tenido que luchar para ganarte un puesto… ¿Cómo lo has logrado?

Todo técnico dice que como entrenas es como juegas y yo en los entrenamientos me la juego, me los tomo muy seriamente. Para mí son partidos, y si el ‘profe’ me dice “hiciste mal esto”, tratar de corregirlo para que el día de partido no me pase. Hay que, como se dice vulgarmente, ‘romperse el culo’ en la semana y, tarde o temprano, llegará tu oportunidad. Ahora me tocó por distintos motivos, pero creo que he aprovechado mi oportunidad de titular.

La hinchada te destaca por tu entrega y compromiso con la camiseta, y de cariño te apodaron el "Pitbull Quillotano" ¿Qué piensas de ese nuevo apodo?

Yo creo que estoy muy lejos de ser como el Pitbull Medel (risas). Es uno de mis referentes y me gusta mucho su estilo de juego, su garra y sus ganas es algo que yo trato de poner cada partido, yo tengo muchas falencias técnicas, o a veces de concentración, y trato de suplirlas corriendo, con ganas y mucha entrega. Se agradecen esos elogios pero también los tomo con mucha humildad ya que para mi Gary Medel es el mejor jugador que tiene Chile.



¿Cómo manejan la ansiedad por el triunfo en la interna, considerando que San Luis aún no logra ganar en el Campeonato?

Bien, estamos ansiosos por sumar, pero esa ansiedad yo la tomo como positiva, porque nos hace  estar alerta y no caer en un relajo o desanimarnos diciendo que hemos perdido dos partidos. El punto que sumamos la semana pasada lo tomamos como una inyección anímica enorme, y eso se notó en la semana porque hemos estado todos entrenando al 100% y el grupo está bien, andamos alegres y cada pelota la estamos corriendo con todo. Ya vamos a empezar a sumar y se van a acabar todas las dudas de la gente, alguna que no nos apoya o que piensa que somos de la B, pero lo que menos queremos  nosotros, como jóvenes, es retroceder en nuestras carreras, vamos a andar bien y salir adelante.

¿Cómo proyectas al equipo?

No te puedo decir “Vamos a salir campeón” pero yo creo que la mentalidad de cada uno y principalmente la mía es ir a ganador siempre, si empezamos a sumar, sumar y sumar yo voy a querer salir campeón, aunque me digan “ay pero vas ultimo” eso a mi no me interesa yo juego para salir campeón y si no es así meternos a pelear un cupo a copas internacionales, mentalidad ganadora siempre y positiva para salir adelante.

¿Cómo te proyectas personalmente?

Dios quiera que pueda jugar todos los partidos o la mayor cantidad posible y - no tanto en lo personal, sino en lo grupal- hacer un buen campeonato para darle alegría a toda esta gente que a veces no confía en nosotros, o piensa que como subimos recién vamos a descender al tiro, pero éste es un equipo chico que quiere hacer historia y ser grande.

¿Cuál es el juvenil que más te llama la atención? Sacando a Gonzalo Rivas que para todos es una realidad 

José Pizarro es uno y el otro es Alan Chaparro, que si bien con el “Tuto” la tiene difícil -porque a ese le gusta jugar hasta desgarrado y con una mano menos (risas)- es un muy buen proyecto de arquero. Asimismo Felipe Saavedra, quien tuvo la oportunidad el campeonato pasado y ahora está volviendo de una lesión.







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