El Santo y la picardía : no solo se juega en 90 minutos

San Felipe venía agrandado, no había caído contra el líder de la B y se había dado el lujo de ganarle un partido siendo forastero, hasta dos goles olímpicos había hecho.

Frente a esto, en Quillota no sólo se dispuso de la salida de jugadores con bajo rendimiento, como Otárola, y del cambio de esquema para tener más jugadores al medio. Y es que la picardía también juega al momento de preparar un partido de fútbol.



Media hora antes del partido los equipos saltaron a la cancha a realizar el trabajo de precompetencia, al mismo tiempo en que se regaba el pasto sintético del estadio para que el balón corriera más.

Y cuando el plantel de San Felipe se paró entre la Tribuna Pinto y la galería Arauco, el cuidador de la cancha hizo su jugada: puso al aspersor al lado de los aconcagüinos y se fue. Ante el reclamo de los sanfelipeños y las risas del público local, la visita tuvo un precalentamiento muy refrescante, en el amplio sentido de la palabra.

Ya cuando se terminaba la precompetencia, el agua se fue a un sector de la cancha que nunca fue usado para entrenar: el centro.

La picardía también jugó contra San Felipe.